¿Qué comer antes de entrenar?

Si querés seguir acompañando a tus socios y socias en todo el proceso de entrenamiento, en este artículo te damos los mejores consejos sobre alimentación. 

 

La alimentación previa al entrenamiento juega un papel fundamental en el rendimiento y los resultados de cualquier programa de ejercicio. Para los dueños de gimnasios y espacios de fitness, es esencial entender y transmitir esta información a sus clientes, ya que una buena nutrición no solo contribuye a mejorar la resistencia y fuerza durante el entrenamiento, sino que también ayuda a evitar la fatiga temprana y reduce el riesgo de lesiones.

Alimentarse correctamente antes de entrenar permite que el cuerpo tenga acceso a la energía necesaria para realizar movimientos de alta intensidad y prolongar la actividad física, favoreciendo una experiencia de entrenamiento más efectiva y satisfactoria. De hecho, cuando los clientes se alimentan de forma adecuada, sienten más energía y motivación, lo que incrementa su adherencia a la rutina de ejercicio.

En Crossfy Blog ya te contamos cuántos clientes suele tener un gimnasio, cómo organizar un evento en tu espacio de fitness, y cómo elegir el mejor software para tu gimnasio, entre otros artículos que te van a ayudar a seguir creciendo. Hoy, vamos a contarte qué tienen que comer tus socios antes de entrenar. ¡Empecemos!

 

¿Qué debemos comer antes de hacer ejercicio?

Para obtener el máximo rendimiento durante el entrenamiento, es crucial que los atletas consuman alimentos que proporcionen energía sostenida y promuevan la recuperación muscular. Los nutrientes clave en esta preparación son los carbohidratos y las proteínas, combinados de forma estratégica para que el cuerpo tenga el combustible necesario sin sentirse pesado o fatigado.

Carbohidratos de absorción lenta

Los carbohidratos de absorción lenta, también conocidos como carbohidratos complejos, son ideales para consumir antes del ejercicio, ya que proporcionan una liberación constante de energía durante el entrenamiento. Estos alimentos ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, evitando picos y caídas de energía que podrían afectar el rendimiento.

Algunas opciones recomendadas para los clientes son:

Avena: Rica en fibra y fácil de digerir, la avena es una fuente excelente de carbohidratos complejos. Puede combinarse con frutas o yogurt para hacerla más sabrosa y proporcionar un perfil nutricional completo.

Pan integral o de grano entero: Una rebanada de pan integral con una capa fina de crema de maní o de almendras es una opción sencilla que ofrece energía sostenida sin sobrecargar el estómago.

Batatas: Gracias a su alto contenido de fibra y antioxidantes, las batatas son una excelente fuente de carbohidratos complejos. Asarlas o cocinarlas al vapor las hace fáciles de digerir y una opción versátil antes del ejercicio.

Proteínas ligeras

Incluir proteínas en la comida previa al entrenamiento es esencial para facilitar la recuperación muscular y el desarrollo de la fuerza. Las proteínas no solo ayudan a reparar el tejido muscular durante el ejercicio, sino que también incrementan la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a evitar el hambre durante la sesión.

Algunas opciones de proteínas ligeras y de fácil digestión incluyen:

Yogur griego bajo en grasa: Una porción de yogur griego contiene proteínas de alta calidad y, si se combina con frutas, puede proporcionar carbohidratos adicionales. Esta combinación favorece la recuperación muscular sin resultar pesada.

Huevos: Ricos en aminoácidos esenciales, los huevos son una fuente completa de proteínas. Los clientes pueden consumir un par de huevos cocidos acompañados de una rebanada de pan integral o frutas para lograr una comida balanceada antes de entrenar.

Pechuga de pavo o pollo: Una loncha de pechuga de pavo o pollo en un sándwich de pan integral es una opción rápida y completa que proporciona proteínas y carbohidratos complejos.

Snacks pre-entrenamiento prácticos

Para los clientes que necesitan algo más rápido y conveniente, los snacks pre-entrenamiento pueden ser la mejor alternativa. Estos snacks son ligeros, fáciles de transportar y proporcionan un equilibrio adecuado de nutrientes para mejorar el rendimiento sin causar incomodidad estomacal.

Algunos ejemplos de snacks prácticos incluyen:

Frutas frescas con un puñado de nueces o almendras: Las frutas como el plátano (banana), las manzanas o las fresas (frutillas) ofrecen carbohidratos de absorción rápida, mientras que las nueces proporcionan grasas saludables y proteínas.

Barra de granola casera: Una barra de granola casera con avena, semillas y frutas secas es una opción excelente para aquellos que desean un snack completo y de liberación lenta.

Batido de proteínas con frutas: un batido rápido de proteína en polvo, leche o agua y una porción de frutas como fresas o plátano es ideal para quienes necesitan una opción más líquida y fácil de digerir.

Cuándo comer antes de entrenar

Es importante recordar que el tiempo también influye en la elección de alimentos. Para un entrenamiento óptimo, se recomienda consumir una comida completa (carbohidratos y proteínas) entre 2 y 3 horas antes de la sesión. Si los clientes disponen de menos tiempo, un snack ligero, como una fruta o una barra de granola, de 30 a 60 minutos antes de entrenar es una buena opción.

Adaptación de las porciones según la intensidad del ejercicio

Es importante adaptar la cantidad de alimentos a la duración e intensidad de la actividad física. Para ejercicios de corta duración y alta intensidad, una pequeña porción de carbohidratos rápidos, como una fruta o un batido, puede ser suficiente. En cambio, para entrenamientos de mayor duración o resistencia, se recomienda una combinación de carbohidratos complejos y grasas saludables para mantener una energía constante.

Ejemplos prácticos de porciones según la intensidad:

Entrenamiento de alta intensidad y corta duración (ej., sesiones de fuerza de 30-45 minutos): consumir un snack ligero como un plátano o una barra de granola unos 30-60 minutos antes de la actividad.

Entrenamiento de media a alta intensidad y larga duración (ej., sesiones de resistencia de más de 60 minutos): una comida completa de 2 a 3 horas antes del entrenamiento, incluyendo carbohidratos complejos (como arroz integral) y grasas saludables (como aguacate o frutos secos).

 

Como pudimos ver en el artículo, una nutrición adecuada antes de entrenar es fundamental, no solo para optimizar el rendimiento físico de los clientes, sino también para fortalecer su experiencia en el gimnasio o centro de fitness. Al brindarles una guía clara sobre qué comer antes de hacer ejercicio, los dueños de gimnasios pueden contribuir a que los clientes tengan la energía, resistencia y motivación necesarias para aprovechar al máximo cada sesión de entrenamiento.Invertir tiempo en educar a los clientes sobre la importancia de la alimentación previa al entrenamiento es, además, una inversión en la satisfacción y lealtad de los mismos.

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