Hablemos de Yoga

Entrevista a Carla Poljak, de Gayatri Yoga Estudio

Emprender cualquier tipo de proyecto conlleva consigo una superación constante de problemas. Mensuales, semanales, diarios. En Argentina, hoy en día, hacer cuentas para lograr llegar al objetivo de poner en funcionamiento un espacio físico, tiene sus complejidades aún más difíciles de superar. Es por eso que en Crossfy Blog queremos seguir hablando con los protagonistas del día a día. Un sueño, un espacio, una forma de vida. Hay distintos tipos de proyectos, diferentes formas de hacer. Durante las últimas semanas estuvimos hablando sobre la actividad para la cual nació nuestra aplicación, el crossfit, y posteriormente los gimnasios. Pero queremos empezar a ampliar el espectro, para que todos se sientan parte, y que podamos aprender de las diferentes formas de llevar un proyecto adelante. El yoga es una disciplina que forma parte de nuestra plataforma, queremos que siga creciendo, y es protagonista de las siguientes palabras. 

En un nuevo capítulo de nuestros protagonistas, Carla Poljak compartió su experiencia como instructora y dueña del espacio Gayatri Yoga Estudio.

¿Cómo empieza tu relación con el yoga?
Comienza desde muy pequeña. Mi abuela tomaba clases de Yoga y meditaba en su living con vista al río desde el piso trece, y yo me sentaba con ella. Mi recorrido fue muy variado porque no había, y aún hay pocos, espacios que abordaran la práctica con una perspectiva de cuidado, y teniendo en cuenta el complejo espectro de la salud psico física y emocional de sus practicantes. 

¿Cuándo te diste cuenta que querías ser instructora?
Siempre lo supe pero en aquel momento, año 2000, debías cumplir con requisitos que yo no sentía podía cumplir. Pasó mucho tiempo hasta que sentí que tenía algo para ofrecer y aplomo para contener el proceso de otres. 

¿Qué tan importante es el yoga en tu día a día?
Todo mi día gira en torno al Yoga. Hay quienes dicen que es un estilo de vida, aunque para mi eso lo banaliza un poco, ya que puede entenderse simplemente como aquello que consumis o los espacios en que te moves. El Yoga está en el día a día inevitablemente, o al menos une debería aspirar a eso: es como tratas al colectivero cuando subis al bondi, como marcas un límite ante el abuso del otrx, como cuidas el tiempo ajeno, como te haces cargo de tu propio bienestar entendiendo que eso configura a su vez… un sujetx político. No vivis solx en una isla cantando mantras. 

¿Cómo le contarías a alguien que nunca hizo, qué es el yoga?
Tengo mi propia definición de Yoga. Es un método empoderador que supera los límites impuestos por la sociedad moderna en cuanto a la corporalidad y la espiritualidad. Un camino para recuperar nuestra sabiduría interior y nuestra creatividad no destructiva. El Yoga es el acceso directo a nuestra fuente volitiva que nos permite mover desde el centro de la escena de la vida para dejar espacio para que el otre sea.

¿Qué le dirías a alguien que quiere empezar a hacer el profesorado?
Le diría que empiece por ir a la práctica y la sostenga por lo menos unos seis meses, unas tres veces por semana. Le diría que puede ser un proceso difícil pero sumamente emancipador y a veces algo solitario. Le diría que es una enorme responsabilidad, pero muy gratificante al mismo tiempo.

¿Qué es lo más difícil de tener un estudio? 
Lo más difícil es que las personas entiendan que deben hacer varias cosas para mejorar su vida. Enseñar a lxs otros el valor de lo que unx ofrece puede a veces llevar tiempo, sobre todo cuando no hay una valoración del propio tiempo y bienestar. El modelo patologizador y la farmacopia es sumamente desempoderadora, a punto tal de anular al propio cuerpo. Pero hay quienes creen que es accesible, efectivo y por sobre todo, cómodo.

¿Cómo sobrellevaron la pandemia?
Gracias a nuestra comunidad que siempre sostiene y acompaña. Nos cuidaron tanto como nosotros a ellxs. 

¿En qué situación crees que se encuentra el yoga, como disciplina, hoy en Argentina?
Sinceramente no lo sé, dedico mucho tiempo a armar mi espacio y revisar mi práctica. Lo que veo en el mainstream me hace ruido, pero percibo algunos espacios y profes más responsables. Lo que noto a diferencia de otras partes del mundo, es que a los profesores de Yoga les cuesta mucho armar red, intercambiar y no competir. Pero eso, es parte de la falta de discernimiento de lxs profesores y espacios, siguen inmersos en las mismas dinámicas de las que pretenden liberarse.

¿Qué cambió en tu trabajo día a día a partir del uso de Crossfy?
Crossfy me permitió organizar mis finanzas, modificar estrategias para llegar a mi público, preveer bajas de ingresos, comprometer a la gente con su práctica y armar una planificación semanal acorde a mis grupos de personas. Mis clases son multinivel, ya que no comparto la clasificación de practicantes según los niveles, y lo hago al saber cómo el grupo se arma en base a las reservas me permite ajustar la práctica a cada persona. No podría trabajar tan eficientemente, y mucho menos pensar en expandirme sin Crossfy. Agradezco inmensamente sea una solución accesible que se puede pagar en pesos.


Como dice Carla entonces, intercambiar, armar red, y no competir. De esa forma, desde una misma disciplina, o compartiendo con otras, vamos a seguir creciendo. Desde Crossfy vamos a seguir ampliando nuestra red, y compartiendo cada paso que vayan dando los espacios. Caminar juntos, hablar, intercambiar. Armar red. Ahí vamos.

NdR: Las respuestas y su perspectiva de género fueron dejadas exactamente igual a como fueron escritas por Carla.

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